Comprar una vivienda es una de las decisiones más importantes en la vida de la mayoría de las personas, pero la pregunta es:
Financieramente hablando, es mejor comprar o alquilar una vivienda y la respuesta depende de una serie de factores, entre los cuales destacan:
1. Precio del alquiler de una vivienda vs. precio de compra: Esta relación nos permite determinar, cuantos años pagando alquiler necesitamos para comprarnos una vivienda de similares características. Por ejemplo, si estamos pensando en comprar una vivienda de 100.000 a 120.000 euros en una zona de Madrid, como por ejemplo Carabanchel o La Latina y la misma vivienda alquilada cuesta entre 550 y 600 euros entonces podemos decir, que en 14 (100.000 euros / (600 euros* 12 meses)) a 18 años de alquiler (120.000 euros /(550 euros * 12)), podrías pagar la vivienda. Es un indicador sencillo de calcular, pero no incluye intereses por la hipoteca que se debe pagar por el préstamo hipotecario, así como tampoco incluye las gastos de IBI (Impuestos de Bienes Inmuebles) ni los gastos de comunidad que paga el arrendador o propietario
2. Tasa de interés: En la medida que la tasa de interés es más baja, se incentiva la compra de viviendas y cuando la tasa sube, generalmente se incentiva el alquiler
3. Economía del país: En momentos de recesión económica, en términos generales, los compradores de bienes y servicios tienen el poder de decisión, pero en momentos de crecimiento económico, generalmente, hay un mayor equilibrio, pero los vendedores de inmuebles siempre van a tratar de obtener el máximo provecho por su inversión
En general, creo que la adquisición de la vivienda habitual, es beneficiosa para el que la adquiere, excepto cuando hay situaciones de recesión muy fuertes como la que ocurrió a nivel global del año 2007 a 2011, donde las tasas se disparan y con ellas los costes de las hipotecas.
Sin embargo, si hablamos de adquirir una vivienda adicional con la finalidad de alquilarla o como inversión, puede haber alternativas más beneficiosas desde el punto de vista financiero y de diversificación del riesgo, tales como la inversión en fondos de inversión adaptados al riesgo del inversor
Financieramente hablando, es mejor comprar o alquilar una vivienda y la respuesta depende de una serie de factores, entre los cuales destacan:
1. Precio del alquiler de una vivienda vs. precio de compra: Esta relación nos permite determinar, cuantos años pagando alquiler necesitamos para comprarnos una vivienda de similares características. Por ejemplo, si estamos pensando en comprar una vivienda de 100.000 a 120.000 euros en una zona de Madrid, como por ejemplo Carabanchel o La Latina y la misma vivienda alquilada cuesta entre 550 y 600 euros entonces podemos decir, que en 14 (100.000 euros / (600 euros* 12 meses)) a 18 años de alquiler (120.000 euros /(550 euros * 12)), podrías pagar la vivienda. Es un indicador sencillo de calcular, pero no incluye intereses por la hipoteca que se debe pagar por el préstamo hipotecario, así como tampoco incluye las gastos de IBI (Impuestos de Bienes Inmuebles) ni los gastos de comunidad que paga el arrendador o propietario
2. Tasa de interés: En la medida que la tasa de interés es más baja, se incentiva la compra de viviendas y cuando la tasa sube, generalmente se incentiva el alquiler
3. Economía del país: En momentos de recesión económica, en términos generales, los compradores de bienes y servicios tienen el poder de decisión, pero en momentos de crecimiento económico, generalmente, hay un mayor equilibrio, pero los vendedores de inmuebles siempre van a tratar de obtener el máximo provecho por su inversión
En general, creo que la adquisición de la vivienda habitual, es beneficiosa para el que la adquiere, excepto cuando hay situaciones de recesión muy fuertes como la que ocurrió a nivel global del año 2007 a 2011, donde las tasas se disparan y con ellas los costes de las hipotecas.
Sin embargo, si hablamos de adquirir una vivienda adicional con la finalidad de alquilarla o como inversión, puede haber alternativas más beneficiosas desde el punto de vista financiero y de diversificación del riesgo, tales como la inversión en fondos de inversión adaptados al riesgo del inversor
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